La radio como elemento de adoctrinamiento popular - Tortuga
Administración Enlaces Contacto Sobre Tortuga

La radio como elemento de adoctrinamiento popular

Sábado.10 de septiembre de 2011 736 visitas - 1 comentario(s)
“Permite que la conminatoria verborrea del tirano llegue a todos mientras deja al pueblo sin voz y sin palabra”. #TITRE

La radiodifusión, convertida en inicial fenómeno de masas en los años
veinte del siglo XX, fue un poderoso instrumento técnico dirigido a complementar lo que ya estaba haciendo la prensa de tiradas millonarias: construir comunicativamente la realidad de acuerdo con los intereses de los centros de decisión y poder, no según los principios de objetividad, imparcialidad, veracidad y bien común, tan lógicos en una primera reflexión.

La radio establece una relación vertical y unidireccional perfecta
entre la minoría emisora y la audiencia, que es la negación del espíritu
democrático. Esto hace de ella el medio técnico dictatorial por antonomasia, pues permite que la conminatoria verborrea del tirano llegue a todos mientras deja al pueblo sin voz y sin palabra.

Su desarrollo fue rapidísimo, gracias a la intervención estatal (entonces y ahora el Estado es el más importante empresario de la comunicación), que se realizo de diversas maneras, lo que explica la aguda observación de Orwell en El camino
de Wigan Pier (1937), sobre que en el Reino Unido “hay veinte millones
de personas subalimentadas, pero todos los ingleses, literalmente, tienen
acceso a una radio”. Este dato manifiesta hasta que punto depende el orden
social actual de los instrumentos de inculcación, que son puestos por
las instituciones bastante por delante de la satisfacción de las necesidades
básicas. Ello, en un último análisis, concede la razón a Aristóteles cuando
apunta que “lo superfluo y no lo necesario es lo que hace que se cometan
los grandes crímenes”.

La radio es vehículo privilegiado de la propaganda institucional y del
aleccionamiento político. Sirve, asimismo, para otras de las manifestaciones
más letales de violación de la libertad de conciencia, la publicidad
comercial. (…)

Esa desustanciación de la persona ha sido realizada por la radio con una
perfección que produce vértigo, por medio de una programación totalizante
que se centra en algunos principios bien experimentados: hacer del
radioyente un degustador de pasatiempos y banalidades que termina por
sentir extrañeza e incluso horror ante lo trascendente y lo específicamente humano; acostumbrar al sujeto a evadirse de la realidad, haciendo que
esta le sea ajena y, así, le sea imposible aproximarse a la verdad; persuadirle
para que tenga el receptor siempre conectado, sin tiempo para discurrir
por si mismo y habituándose a recibir ya fabricadas las creencias, ideas
y emociones; construir un nuevo tipo de mente que absorbe y obedece
pero que ya no opera creativamente ni es capaz de decidir por si misma;
transformar al individuo en un ser áfono de por vida, con lo que ni cavila
ni se comunica ni se relaciona; unificar verticalmente a los miembros del
cuerpo social para evitar que se agrupen horizontalmente; hacer habitar
a las gentes en el universo de lo inauténtico y amoldarse a la falsedad y a
la mentira; poner fin a la cultura de creación popular 84, (…)


Nota

84. Al ser la cultura popular de la ruralidad de creación y transmisión oral, el efecto que hizo
en ella la radio fue devastador, siendo uno de los factores causales principales que explican su desaparición
en el tercer cuarto del siglo XX. Un libro que inicia la investigación de esta cuestión, en la
que lo mas importante esta por desvelar, es Historia de la información agraria en la radio de J. Mas
Candela. En este caso, la radiodifusión como nueva tecnología se puso al servicio de un designio
político, decisivo para la dictadura de la modernidad: poner fin a la existencia del mundo rural,
(…)


Texto tomado del libro de Félix Rodrigo Mora “La Democracia y el Triunfo del Estado: Esbozo de una revolución democrática, axiológica y civilizadora” (Ed. Manuscritos).