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Un balance de la política de defensa española en 2023

Martes.28 de noviembre de 2023 1741 visitas - 2 comentario(s)
Juan Carlos Rois, Tortuga. #TITRE

Tras la renovación del gobierno del PSOE con sus adláteres de Sumar merece la pena hacer un balance de la política de seguridad y Defensa llevada a cabo por el Gobierno y sus apoyos.

  • 1. ¿De dónde venimos: La cronificación de un modelo militarista y peligroso.

Comencemos por recordar que las políticas de defensa en España son de esas cosas que llaman «políticas de Estado», que quiere decir que, por mucho que se escenifiquen entre los partidos discrepancias y alternativas, lo cierto es que lo tienen todo atado y bien atado y de discrepancias nada de nada, menos aún de alternativas. Es una política continuista donde da lo mismo quien gobierne, porque siempre es la misma y, otra de las características de las políticas «de estado», no admite discusión (ni se tiene para nada en cuenta la opinión de la gente) ni cambio de rumbo.

Este continuismo cronifica algunas de las principales características sempiternas de nuestro militarismo, como:

1) EL GIGANTISMO. Nuestra defensa mantiene una estructura «gigante», con más de 121.000 efectivos, más otros 82.000 guardias civiles, cerca de 12.000 funcionarios civiles y los que forman parte de los organismos autónomos militares y del CNI, así como cerca de 2.000.000 de beneficiarios de prestaciones militares o de pensiones por jubilación o viudedad.

De tal estructura desmesurada resulta que tocamos así a una ratio de militares por cada mil parroquianos que supera con creces la de los países de nuestro entorno. Tenemos militares hasta en la sopa, pero, por si fuera poco, la ratio de soldados/oficiales es de 2,7 soldados por mando, también fuera de toda lógica y comparación con muestro entorno. ¿Se rifarán para mandar un puñado de soldados entre el desproporcionado número de mandos?

Por supuesto, mantener todo este personal innecesario conlleva ideas tan descabelladas como mandar a la reserva hasta su jubilación a unos 15.000 oficiales que superan los 60 años permitiéndoles trabajar en otra cosa y cobrar a su vez un salario militar que nos cuesta al año casi 800 millones de euros, o mantener un número de generales por encima del de los países de nuestro entorno y de los que la ley dice que debemos tener.

2) OPACIDAD Y SECRETISMO. La política de defensa no cuenta con el debate transparente y plural que cualquier otra política pública sí tiene.

Las decisiones son opacas y poco transparentes, cuando no directamente sustraídas de cualquier tipo de debate, como han destacado distintos estudios, ya sea de Transparencia Internacional, CIVIO o el Kiel Institute for the World Economy, por no hablar de la constante denuncia del movimiento pacifista y antimilitarista y algunos de los centros de estudios por la paz más reconocidos.

Las líneas políticas de la defensa no son votadas en el Parlamento (la Directiva de Defensa Nacional, por ejemplo), no parten de una deliberación por parte del parlamento -menos aún por parte de la sociedad- sino que se elaboran en despachos oscuros, sin publicidad. El ejemplo de la Directiva de Defensa referido es esclarecedor: el principal documento de la política de defensa no se elabora en el Parlamento, sino en el Ministerio de Defensa y sin consulta a la sociedad, que lo pasa al Presidente de gobierno al inicio de cada legislatura para que este lo firme y ratifique sin previo debate político. Luego se «informa» al Parlamento, pero sin capacidad de voto ni debate. Lo mismo ocurre con el resto de la documentación del ciclo de planeamiento (aunque estos ni siquiera se informan al Parlamento). Qué no decir de las sesiones de «siesta» de una Comisión de Defensa donde no se hace nada más que escuchar y aplaudir), o de los opacos presupuestos militares, cuyas partidas se disfrazan y esconden en diversos ministerios y organismos fuera del presupuesto de Defensa, o de los Consejos de ministros, que aprueban aumentos constantes de gasto militar que nunca es auditado, etc.).

3) CLIENTELISMO Y PUERTAGIRATORISMO: Altos mandos del ejército y cargos políticos, incluyendo ministros y secretarios de Estado, pasan sin ningún tipo de cortapisas a formar parte de las empresas militares y actúan como lobby de intereses ante el poder político sin que nadie se haya propuesto acabar con esta peligrosa actividad.

4) ENFOQUE INTERVENCIONISTA, FRONTERAS DE SEGURIDAD AVANZADA Y DE ENEMIGO INTERNO: El enfoque de la política militar es intervencionista. Mantenemos 20 operaciones militares en el exterior y hemos participado en más de una centena desde la época de gobernante de Felipe González hasta la fecha, con un gasto de más de 20.000 millones de euros destinados desde entonces para este tipo de acciones de injerencia militar.

Nuestro armamento más sofisticado y costoso está pensado para la «proyección» (antes se decía invasión pero no queda fino) y es empleado en escenarios de injerencia militar como las fronteras de la OTAN con Rusia, el Índico, el Atlántico o el Mediterráneo. Nuestra doctrina de seguridad fija muestra «frontera avanzada» en el Sahel y es absolutamente dependiente y seguidista del intervencionismo de la OTAN y de la creciente política remilitarizadora de la UE. También interesa destacar cómo nuestra doctrina de seguridad y la propia directiva de defensa sigue considerando la inestabilidad social y la disidencia interna como una preocupación militar muy en línea con la antigua (y nunca superada) idea del enemigo interno.

5) DESPILFARRO Y FALTA DE RIGOR Y DE CONTROL en el gasto militar, característica destacada en varias ocasiones tanto por el Tribunal de Cuentas y por la propia IGAE, por no hablar de las organizaciones del ámbito civil que habitualmente denuncian distintos casos de despilfarro y descontrol. Las duplicidades de partidas, el gasto en chorradas, la financiación de particularidades como campos de golf y recreativos, sables ceremoniales, vinos españoles, y otras partidas curiosas de las que se hace eco a menudo la prensa está a la orden del día. El hecho de que la intervención militar no sea la misma que la intervención civil y que mantenga una cierta y relajada «independencia» ahonda en esta lacra secular del despilfarro militar.

6) GRAN CONTAMINADOR. Justicia climática lleva elaborados varios informes y estudios sobre el impacto medioambiental de los ejércitos. Por lo que respecta al ejército español, su huella se calcula que supera los 3 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, sin contar con otros residuos e impactos medioambientales de su actividad. Diversos informes alertan, a su vez, del peligro de militarización para la humanidad de la crisis climática y del creciente papel de los ejércitos.

7) IDEOLOGIA MILITARISTA, PATRIARCAL, PROVIDENCIALISTA, CONFESIONAL Y GUARDIAN DE LAS ESENCIAS. Son constantes a lo largo de los últimos años las noticias que nos iluminan sobre la vocación providencialista, salvapatrias y reaccionaria de parte de los integrantes en las instituciones castrenses. Discursos de mandos en activo o jubilados alabando al dictador Franco, misas en el Valle de los Caídos, llamamientos al alzamiento militar, posicionamientos sobre la unidad de España u otras perlas que conocemos dan noticia de esta peligrosidad que, dicho sea de paso, tiene en la historia varios ejemplos de intervencionismo, pronunciamientos y dictadura militar por parte de los ejércitos de los que el actual es heredero.

8) DUPLICIDAD Y UN ESTADO DENTRO DEL ESTADO, con instituciones paralelas de ámbito educativo (desde colegios e institutos hasta otros centros), recreativos y de ocio, culturales, museos, farmacia propia, hospitales propios y sistema de seguridad social, sanidad y pensiones propio y separado del de los civiles, centros de investigación propios que acaparan gran parte de la inversión estatal en I+D, una justicia militar propia y paralela a la civil, espacios naturales reservados, servicios supradotados de recursos y publicidad para la atención ante catástrofes, un instituto de la vivienda propio para militares, un organismo autónomo de seguridad y asistencia social propio para militares, centros de investigación militar. Participación militar en industrias y control del polo militar industrial y toda una red paralela que incluye una catedral que compraron para los servicios castrenses, el segundo patrimonio del estado después de ADIF y por delante de la Iglesia, y un largo etcétera; todo un estado dentro del estado.

9) EXPANSION A LO CIVIL Y MILITARISMO SOCIOLOGICO. Desfiles y exhibiciones militares, juras de banderas, participación militar en actos religiosos y civiles, convenios de Defensa con la totalidad de las universidades, las grandes patronales y gran parte de los centros docentes para implantar su peculiar idea de la cultura de la defensa, más bien adoctrinamiento acrítico, noticias enlatadas y dirigidas desde el departamento de comunicación de defensa, expansión de la solución militar a todos los ámbitos sociales, incluyendo la ecología, la movilidad humana, los derechos humanos o las catástrofes, leyes que permiten que funcionarios militares se pasen a las administraciones civiles por un supuesto más eficaz modo de actuar, un gasto militar al que contribuyen, en mayor o menor medida, la mayoría de los ministerios, una industria militar dopada por subvenciones y privilegios por el Estado y las Comunidades autónomas, un Parlamento donde la unanimidad militarista es abrumadora, reserva de recursos de investigación y desarrollo para el campo militar, la exaltación cultural de los valores violentos y de los militares como salvadores y la guerra como arte, o la transmisión de la mentalidad militarista y violenta a amplias capas de nuestra sociedad, son muestras de la transversalidad y expansión del militarismo y de su vigencia en nuestra sociedad.

10) INSOLIDARIDAD. Frente a las crecientes necesidades sociales la prioridad del poder político por un gasto militar que supone, en media, 11 de cada 100 euros del presupuesto estatal, el enorme coste de oportunidad de este gasto en detrimento de necesidades sociales infradotadas y el propio enfoque de las políticas de defensa, encaminadas a mantener un statu quo interno e internacional injusto y de control y dominación, son muestras de la insolidaridad de este gasto, máxime cuando el mismo es insostenible desde el punto de vista presupuestario y arrastra una enorme deuda impagable que repercute en nuestra calidad de vida y en la propia idea de seguridad humana.

11) INSOSTENIBILIDAD Y GENERADOR DE DEUDA ILEGiTIMA. La financiación de la estructura militar española es triplemente deficitaria: primero, porque los presupuestos generales del estado son en si deficitarios y es necesario incurrir en constantes suscripciones de deuda para la financiación pública, deuda a la que el gasto militar contribuye en su proporción propia. Segundo, porque tradicionalmente y desde tiempo inmemorial los sucesivos gobiernos efectúan ampliaciones de crédito autorizadas por Hacienda a favor de Defensa por importes que aumentan nuestro gasto en el Ministerio de Defensa entre el 13 y el 25% (en 2023 ya se ha elevado por encima del 25% más de lo presupuestado); los cuales se financian tanto con el fondo de contingencia como acudiendo a deuda pública y tercero, porque España arrastra una segunda deuda estrictamente derivada de la aprobación de sucesivos programas especiales de Armamento. Esta deuda, antes de 2023 alcanzaba aproximadamente los 50.000 millones de euros, con sus respectivos intereses, habiéndose ampliado durante 2023 en otros 11.000 millones más.

12) NO DEFIENDE LA SEGURIDAD HUMANA NI LO QUE A LA GENTE LE INTERESA DEFENDER. Son elocuentes las encuestas de opinión que muestran, por más que se intente la manipulación al respecto, que la inmensa mayoría de la sociedad no considera que España tenga enemigos (y la mayoría de la opinión pública que cree que sí los tenemos identifican como enemigo principal a EEUU), no estaría dispuesta a participar de una guerra ni a implicarse en acciones militares y, si le dan a elegir, prefiere que se invierta más en los principales objetivos de la seguridad humana (empleo decente, sanidad garantizada, educación, seguridad medioambiental, servicios sociales, pensiones, etc.) y menos en gasto militar.

  • 2.- ¿Qué hitos ha tenido el último año? Balance de la política de defensa del PSOE/Unidas Podemos y sus adláteres.

Si este es el lugar de donde venimos, nuestro crónico militarismo, veamos ahora un balance del último año de la legislatura.

Lo haremos narrando algunos hitos.

A) El gasto militar desmesurado.

Comenzamos por desvelar lo desmesurado de nuestro gasto militar.

El gobierno amplió el gasto militar «oficial» de 2022 hasta los más de 13.000 millones de euros consignados en el presupuesto del ministerio de defensa, contando con las partidas destinadas a financiar programas de armamento en marcha.

Dicho gasto, como hemos desvelado a lo largo del año, era mucho mayor, si sumamos a él el que se disfraza en diversos organismos y ministerios fuera del ministerio de Defensa y si sumábamos a ello tanto el sobre gasto en el que el gobierno suele incurrir año tras año (lo ciframos en su día en un 16%) y la repercusión de la deuda imputable a esto, y más aún si sumamos a todo ello la deuda militar extraordinaria. Y así llegábamos a la cifra brutal de 48.833,33 millones de euros, 3,7 veces lo presupuestado y más de 11 de cada 100 euros del presupuesto público, cantidad que aún podía incrementarse si sumáramos todo lo destinado en Interior para políticas securitizadoras y crecientemente militarizadas.

Se trata de un gasto opaco, pues sistemáticamente se oculta su magnitud y se juega con diversos artificios para inflarlo por debajo de la mesa y se extiende a la práctica totalidad de ministerios.

También es un gasto desmesurado, pues alcanza una cifra escandalosa y muy por encima de cualquier otro gasto público, pero sobre todo, porque es un gasto innecesario para defender lo que la gente quiere defender y porque detrae recursos necesarios para derechos no satisfechos.

Este gasto supone un verdadero agravio comparativo con otras políticas públicas y muestra con una claridad pasmosa la orientación y prioridades del gobierno «más progresista de la historia».

Un gasto de estas características supone además una consolidación de las políticas militares de toda la vida al financiar:

  • El sobredimensionamiento de las fuerzas armadas.
  • La participación en las mismas misiones militares (20 en la actualidad) en el exterior que España viene manteniendo en esta legislatura y el enfoque intervencionista de nuestra política de defensa.
  • La política agresiva de rearme español. Con la adquisición de capacidades militares y armamentos que no se necesitan ni siquiera desde la óptica militar para la defensa del territorio, supuestamente la misión de las fuerzas armadas.
  • El apoyo a una política industrial y comercial basada en la producción de armamentos para uso interno y en la venta de armas (séptima potencia mundial) al entorno internacional, incluyendo la venta de armas a países con grave riesgo de su uso en guerra (caso de Mali, de Israel, Arabia Saudí, Emiratos árabes, etc.):
  • Un despliegue subordinado a los intereses de la OTAN y la participación en una lógica geopolítica de dominación y violencia peligrosa
  • El enfoque securitizador que expande la mirada militar sobre todo tipo de situaciones humanas y ante riesgos de catástrofes, en detrimento de la inversión y el uso de recursos civiles más adecuados.
  • Una política de recursos insolidaria, dado el elevado coste de oportunidad del gasto militar y la infradotación de partidas sociales y de necesidades básicas para la defensa social de la seguridad humana.

Pero además genera una segunda carga sobre toda la sociedad, al provocar una elevada deuda para su sostenimiento y una más elevada deuda inmoral por la adquisición de programas de armas que no necesitamos, que no han sido consultadas a nadie y en cuya generación han tenido una indudable participación las puertas giratorias al servicio de los intereses de la industria militar.

Un gasto con el que podría haberse dedicado a desarrollar distintas necesidades esenciales para la defensa social de la seguridad humana, como por ejemplo, las que consignamos en el cuadro siguiente.

B) Un gasto disparado. Aumento en un 25% del previsto.

Prueba del descontrol indecente del gasto militar es que el propio gobierno ha reconocido hace unos días que el gato de defensa presupuestado ha crecido por encima del 25% en el año 2023, crecimiento que no ha merecido la crítica ni el control que los partidos políticos de la oposición suelen exigir en otros campos.

Con este acelerado acelerón de nuestro gobierno al gasto militar, se sitúa a la cabeza de los gobiernos españoles en gasto militar, haciendo más empinada la curva de subida del mismo en comparación con los ya de por sí brutales aumentos del gasto por parte de Rajoy, Zapatero, Aznar y compañía.

Con arreglo a estos daros estamos hablando de un gasto militar desde 2018, momento en que el PSOE y sus aliados defienden la actual política de defensa de 59.689,78 millones de euros (si nos fiamos de los datos oficiales) o de 162.194,08, si usamos mi criterio de gasto.

¿Un gobierno a favor de la paz? Pasen y vean.

C) Aumento escandaloso del gasto militar por el Consejo de Ministros.

Pero si la cifra y su utilidad inconfesada marean, mayor es el desconcierto si además comprobamos que, a lo largo del año, el Gobierno en 32 Consejos de Ministros y Ministras y con 148 acuerdos específicos, ha aumentado el compromiso de gasto militar entre 2023 y los años siguientes en otros 23.374,85 millones de euros más hasta el último Consejo de Ministros de 14 de noviembre.

Esta cifra es abrumadora y dispara más aún nuestro gasto militar y nuestro compromiso con la guerra.

Tal cifra se alcanza mediante aprobación de gasto y compromisos que no siempre lo han sido de defensa. Otros ministerios contribuyen también a la financiación de este exagerado sobregasto.

El detalle de los aumentos de gasto militar extra por los Consejos de Ministros se puede obtener pinchando aquí.

D) Nuevos programas de armamentos.

A los actuales 34 programas de armamentos, por los que Espala arrastra una deuda de más de 50.000 millones de euros y de los que los gobiernos del PSOE con su izquierda parlamentaria han autorizado desde 2018 a 2022 gastos para programas de armamento por importe de 17.390 millones de euros, el año 2023 le ha sentado bien.

Hace días el Ministerio de Defensa difundió que desde junio de 2023 se han autorizado otros 11.700 millones de euros más en nuevos programas de armamento para programas de adquisición de vehículos de cadenas, buques hidrográficos, RPAS Sirtap, Aviones C295, cazas Eurofighter, sistemas antiaéreos y misiles, así como otros 1700 millones para repuestos.

Con ello la cifra de deuda militar por armas aumentará a casi 80.000 millones, sin contar con las previsiones de nuevos encargos de barcos de guerra y de aviones F35 que están a la espera en la espectacular carrera de armamentos emprendida por España, también sin debate público ni publicidad y con la sospechosa aquiescencia de los medios biempensantes y de la partitocracia en pleno.

E) Créditos del Ministerio de Industria a la industria militar a interés cero.

El Consejo de Ministros aprobó durante 2023 la prefinanciación de 3.500 millones de euros a interés cero para programas de armamentos para el ejército.

F) Apoyo a la guerra de Ucrania

Del mismo mod, el consejo de ministros aprobó fondos para Ucrania en 4 consejos distintos por importe total de 339,41 millones de euros, a los que se suman las aportaciones españolas al fondo europeo de paz, las entregas de material bélico (carros de combate, munición, equipos de invierno, combustible Diesel, cascos y material de protección, blindados y otros elementos militares).

No es la única contribución a la cronificación de la guerra y al clima de tensión militar con Rusia. A ello hay que unir el despliegue de aviones de combate españoles en el báltico y en la frontera con rusia y la formación militar a pilotos y efectivos ucranianos.
¿Será que la mejor manera de mostrar solidaridad con Ucrania es facilitar más armas para contribuir así a la estrategia de la OTAN de cronificación de la guerra y para reforzar el enfoque militarista del conflicto en la que coinciden los estados ruso y ucraniano?¿No tenemos mejores modos de contribuir a la solución de este conflicto?

G) 20 operaciones militares en el exterior.

En la actualidad seguimos manteniendo 20 operaciones militares en el exterior, seis bajo la promoción de la UE, 2 de la ONU; 8 de la OTAN y 4 por propia iniciativa.
Llama la atención el despliegue territorial de estas operaciones, prácticamente en nuestras« fronteras de seguridad avanzada», en el control migratorio del atlántico y el mediterráneo y en los puntos calientes del oriente medio y el este europeo donde la OTAN mantiene sus intereses geopolíticos.

Para el mantenimiento de esta política de injerencia militar, además de lo presupuestado en los PGE en el ministerio de Defensa y en el de Asuntos Exteriores, España ha aprobado varios aumentos de los fondos de operaciones militares en el exterior en varios Consejos de Ministros, en concreto 581,25 millones el 11 de abril de 2023, 332,53 millones el 13 de junio y 471,85 millones el 25 de julio de 2023, un total de 1.385,63 millones de euros a los que podríamos sumar además los 339,71 abonados para la guerra de Ucrania, superando con creces los 1.400 millones que en su día presupuestamos para este tipo de operaciones en 2023.

H) Bases militares

En el Consejo de Ministros de 17 de enero se autorizó a la negociación del Acuerdo de amistad de EE. UU. y España por el que se ceden bases militares al ejército americano. En el Consejo de Ministros de 6 de junio se aprobó el despliegue de 2 buques adicionales de EE. UU. en la base de Rota.

I) Campo de tiro de Bardanas

Se han seguido realizando entrenamientos con fuego real en Bardanas Reales. Las protestas ciudadanas contra el polígono de tiro y por las molestias de este tipo de operaciones son constantes. El Gobierno ha comunicado en una respuesta al PNV que seguirá utilizando este campo de tiro hasta 2028.

J) Pelotazo Campamento y otras enajenaciones.

Durante 2023 se ha cerrado la venta de los terrenos propiedad de Defensa en los antiguos acuartelamientos de Campamento. Esta ha sido la principal de las ventas del INVIED de terrenos en desuso.

Además de la operación campamento, por la que se han autorizado pagos a defensa a cargo del Ministerio de Transporte por importes de 260 millones (Consejo de Ministros de 11 de abril) y de 622,26 millones (Consejo de Ministros de 9 de Mayo), Defensa ha vendido el Cuartel de Artillería de Son Busquets, en Palma de Mallorca, por 43,3 millones de euros, otras en la Base aérea de Getafe por 35,3 millones, y otros 74,4 millones por el Cuartel de Loyola.

K) La base logística de Córdoba

El 27 de enero se celebró un Convenio entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Córdoba para la financiación de la base logística del ejército de tierra en Córdoba, con una financiación por parte del Ayuntamiento de 25 millones de euros. A su vez se firmó otro convenio con la comunidad autónoma andaluza por el que esta ayuda también a la financiación de esta base logística con otros 100 millones de euros.
Por su parte Defensa aporta la cantidad de 222 millones de euros para dicha base.

L) El ministro de Industria que antes estaba en Hispasat.

El nuevo ministro de industria, Jordi Hereu, era desde 2020 y a propuesta del SEPI el Presidente de Histapat.

La vinculación de Hispasat con Hisdesat, una empresa propietaria de los satélites militares españoles es evidente. Hisdesat está participado por Hispasat (43%), ISDEFE (30%) Airbus Defence & Space (15%), INDRA (7%) y SENER (5%).

Defensa adjudicó un contrato de comunicaciones por satélites a Hisdesat, filial de Hispasat, por 113 millones desde 2021 a 2024.

La vinculación, por ello, de Hispasat con Defensa resulta también elocuente. Al margen de ello, Hispasat mantiene también un convenio con el Departamento de Defensa de EE. UU.

Esta orientación del actual ministro de Industria con la industria militares más que relevante. Otros ministros de industria (Borrell, Piqué) han sido verdaderos halcones en la política europea y han facilitado y estimulado la industria militar y la compra de armas por el estado español, un camino que parece asegurado con el actual ministro.

M) Las ofertas de empleo publico militar

Durante el año se han aprobado convocatorias para ingresar ene el ejército para 776 oficiales y suboficiales, más 950 de promoción interna y otras 3410 para soldados de tropa y marinería en el primer ciclo y 3.416, en el segundo.

N) Los soldados mayores de 45 años

Según el plan estratégico del Ministerio de Defensa recibirán subvenciones para incorporación a la vida civil.

A partir del cese y desde 2023 reciben una asignación mensual de 704 E compatible con la prestación por desempleo y la retribución de un trabajo, si este no es del sector público.

O) De la cumbre de la OTAN a la cumbre de ministros en Toledo.
Si en Junio de 2022 España organizó en Madrid la cumbre de la OTAN, reforzando su apuesta militarista, en 2023 ha sido Toledo y agosto el escenario para el encuentro de los ministros de defensa europeos para reforzar el compromiso con el esfuerzo militar con la guerra ucraniana.

P) Convenios a tutipleni

Hisdesat, la conferencia de decanos de veterinaria, Ministerio de Educación, Ayuntamiento de Segovia, Casa del Rey, Concello de Ferrol, Ayuntamiento de Ceuta, Universidad de Alcalá, Gobierno de Aragón, la práctica totalidad de las universidades españolas, son algunas de las más de 300 entidades que ha firmado en 2023 convenios con Defensa para actividades conjuntas y difusión de la cultura de la defensa, colaboración interinstitucional, prácticas formativas o desembarco de militares para formación civil.

Q) Sin propuestas electorales y sin control parlamentario

Igualmente podemos analizar las propuestas electorales en materia de defensa en las recientes elecciones generales.

El espacio dedicado a estas es ínfimo y las propuestas no salen de los tópicos de siempre. Tampoco el tema tuvo ningún tipo de dedicación durante la campaña.
Sigue siendo una política opaca y de espaldas a la sociedad.

Los partidos políticos no tienen ninguna intención de hablar de política de defensa y mucho menos a remover en época electoral el caladero de votos cautivos que supone el contingente de más de dos millones y medio de personas que comen del presupuesto de Defensa.

R) La legión procesionaria y las misas en Cuelgamuros

Se ha celebrado la 63 peregrinación militar a Lourdes, promocionada en España por el Arzobispado castrense mientras que la legión procesionó en 39 actos distribuidos en 12 provincias en 2023, sin olvidar a los paracaidistas en Alcalá de henares, la infantería en Avilés y Badajoz, el regimiento de guerra electrónica en el Pardo, los gastadores en Gijón, Zapadores en Vigo y así hasta 200 actos más con presencia militar en actos religiosos y la infinidad de misas y actos de culto católico con presencia institucional del ejército.

S) Olimpiadas y competiciones militares

Tras los juegos olímpicos militares de 2022, este año se han seguido realizando competiciones deportivo militares internacionales en los que el ejército español ha participado, como el campeonato militar internacional de Paracaidismo de San Javier (Murcia) en junio, el campeonato militar mundial de rugby de agosto en Bretaña, el ’52 CISM World Military Swimming Championship’ en la Malagueta, en septiembre, la competición internacional de carros de combate en Letonia

T) Incendios y la UME

En abril, incendio en el campo de tiro de Bardenas Reales tras maniobras militares el día anterior.

En mayo en el campo militar Alvarez de Sotomayor (Almería) durante el adiestramiento de la legión.

Tras incendio de campo de maniobras de El Teleno de 2022 que arrasaron 4000 hectáreas, protestas vecinales en 2023 por el trato opaco de los militares y su peligro en la zona ante las maniobras con fuego real en el mes de abril.

En octubre la SAREB cede suelo a la UME para que realicen maniobras.

U) El submarino español

El año 2023 también ha permitido una nueva addenda económica para terminar el submarino S80 que será botado y entregado definitivamente el 30 de noviembre.
Al margen de su penosa historia constructiva, desde que descubrieron que no flotaba hasta su finalización, el sobrecoste del primero de los tres que se proyectaron es escandaloso: d elos 1.800 millones previstos para la realización de los tres submarinos, vamos por mas de 4.000 millones para botar el primero y sin que nadie haya asumido responsabilidades.

Por otra parte, la proyectada venta de este ingenio a otras armadas parece haber encallado. No se fían por ahí de un cachivache que puede hundirse para no emerger y que cuesta un pastón.

V) Venta de armas

España sigue manteniendo su cuota de mercado en el negocio de la venta de armas, con nuestros principales clientes entre los países poco santos del planeta y la descarada inyección económica por parte del Estado para este empeño de vender armas y conflictos.

W) Propaganda desde Defensa

Durante el año, el ministerio de defensa ha seguido una política comunicativa de intentar legitimar la acción del ejército. La propia ministra ha sido uno de los principales puntales del relato de un ejército humanitario y comprometido con la paz, ocultando su rostro verdadero.

El adoctrinamiento militar se acompaña y aprovecha de la falta de criterios y conocimiento de los profesionales de la comunicación en materia de defensa. Así les sirven relatos enlatados que estos, de forma mayoritaria, replican acríticamente.

Sin embargo la crítica antimilitarista ha conseguido abrir brecha en algunos aspectos, como el de la perversidad del gasto militar y la producción y venta de armas, lo insostenible de las guerras y el rechazo de la OTAN.

Caso paradigmático y a su vez una clara muestra de que la triunfalista política comunicativa del Ministerio de Defensa no está funcionando como esperaban ha sido el libro «Las claves del porqué» editado por el Ministerio de Defensa y destinado a combatir los argumentos antimilitaristas.

Se trata de un esfuerzo reactivo que demuestra el arraigo de muchos de los postulados antimilitaristas, pues no puede obedecer a otra razón el esfuerzo de Defensa en contrarrestarlos mediante un libro de réplica.

X) Zonas de interés de la defensa

El año 2023 ha visto incrementado el número de zonas declaradas de interés para la defensa, en virtud de cuya declaración se limitan los usos de las zonas así declaradas.
Así han quedado afectadas entre otros, 84 hectáreas en Córdoba para la base logística del Ejército de Tierra, el arsenal de la armada en Ferrol, la estación de Puntales en Cádiz, Camposoto en San Fernando, la propiedad de la estación Radio Bermeja en Madrid, la estación Radio Santorcaz en la región de Madrid y Guadalajara, ampliando el extenso catálogo de terrenos afectados a los intereses de Defensa.

Y) La princesa cadete

No podemos dejar de mencionar la formación militar de la princesa cadete, ingresada en la Academia Militar de Zaragoza.

Z) Las llamadas al alzamiento, la exhibición fascista y la pistola de Ferraz

Una constante de nuestro militarismo tradicional ha sido el providencialismo de los ejércitos y su intervencionismo.

Hace unos días se ha dado un nuevo ejemplo con el manifiesto hecho público por medio centenar de generales y oficiales retirados con insinuaciones golpistas. Este manifiesto ha sido difundido por la Asociación de Militares Españoles (AME).
En similar contexto, se produjo la detención de un militar en activo que portaba una pistola y que participaba de las algaradas de la extrema derecha en la calle Ferraz de Madrid.

Además, una serie de organizaciones fascistas, alentadas por VOX, han hecho durante unas semanas una exhibición de su simbología y aspiraciones, con constantes llamamientos a la actuación del ejército para enderezar el panorama a su parecer fuera de madre. No ha faltado una especie de Capitán España, rezos del rosario y un remedo del capitán trueno y del geurrero del antifaz para amenizar el cotarro.

  • 3) ¿Y para el futuro?

El continuismo de las políticas de injerencia militar y participación en la política de la OTAN, de rearme y aumento descabellado del gasto militar español, de cronificación de los males endémicos de nuestro militarismo, de sobredimensionamiento de lo militar y de venta de armas está asegurado.

La misma ministra de Defensa, los mismos lenguajes del Presidente, un ministro de Industria ya acostumbrado a los negocios militares y una amalgama de partidos bajo el alero de Sumar que ya miraban para otro lado en la anterior legislatura, garantizan el despropósito de una nueva vuelta de tuerca militarista.

Mucho trabajo por tanto y muchos temas para rellenar la agenda de lucha social contra el militarismo y en favor de la desmilitarización social.

Nota: los comentarios podrán ser eliminados según nuestros criterios de moderación.
  • Un balance de la política de defensa española en 2023

    30 de noviembre de 2023 20:11, por Pedro

    Estraordinario trabajo plenamente detallado y datado sobre el militarismo español y la subordinación a este del gobierno en su conjunto y toda la clase política.

    Nadie se atreve a meter mano en ese "estado" dentro del Estado; ningún militar en activo salvo honrosas excepciones como el Tte. Segura, se han atrevido a denunciar el despilfarro y corrupción en las FF. AA. a través de la cadena de mando; sus mandos lejos de investigar sus denuncias, iniciaron una sitemática persecución contra él y acabaron con su expulsión del ejército.

    Ese es el "glorioso ejército español" que sigue devorando gran parte de los presupuesto generales del estado mientras se recortan gastos en lo que debería ser esencial como educación, sanidad y cultura, entre otras inversiones en bienestar social.

    Responde este comentario

    • Un balance de la política de defensa española en 2023

      1ro de diciembre de 2023 20:10, por Óscar

      Realmente, un excelente trabajo. ¡Gracias a Juan Carlos Rois por su investigación y su trabajo! ¡Y a Tortuga por publicarlo!

      Pues sí. Tenemos un monstruo peligrosísimo, que siguen alimentando y cuidando con esmero los sucesivos gobiernos. También el "más progresista de la historia", que sin duda (y los datos son tozudos), sí es el más militarista. O los colectivos sociales y la gente corriente nos movilizamos para contrarrestar al militarismo y hacer valer otros valores: ¿los nuestros?, o la factura del monstruo nos seguirá saliendo carísima, para nosotras y para la convivencia en paz en el planeta. Seguir votando a los progres, cada cuatro años, como mal menor, no parece ser una buena estrategia.

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