No es una guerra: Es una campaña de exterminio de Israel y EEUU contra sus oponentes en la zona

Pablo San José
Tortuga

Para que nos entendamos.

La sangrienta guerra que estamos contemplando estos días en Oriente Próximo, ni siquiera es una guerra. Es una campaña de exterminio que EEUU e Israel han desencadenado contra sus enemigos en la zona. Israel pone su ejército, pero el dinero, las bombas y la impunidad ante la comunidad internacional la pone EEUU. Por si fuera poco, EEUU tiene bases y portaviones por todas partes en esa zona, que solo se usarán para atacar (para interceptar lanzamientos de misiles ya se emplean) si hacen falta, pero que si hacen falta, y lo han dicho muy claro, se usarán.

Parece haber un doble objetivo. Por una parte, dejar sin capacidades militares, e incluso destruir por completo si es factible, a todos sus enemigos. Es decir, Hamás, que ya está casi aniquilada, Hezbolá, cuya destrucción está en trámite, los hutis de Yemen y, de postre, el gran oponente, que es Irán. El otro objetivo es unificar de una vez por todas y ampliar el territorio de Israel, "limpiándolo" de población palestina.

Hay quien piensa que Irán podría hacer algo a nivel militar más allá de alguna andanada de misiles, calculada y de efectos limitados, pero lo cierto es que Israel y EEUU están esperando a que dé un paso en falso, no para iniciar una invasión terrestre que les sería muy problemática y costosa, sino para pulverizar sus ciudades e instalaciones vitales con una infinita lluvia de misiles de largo alcance y de ataques aéreos. Puede que lo hagan de todos modos, visto lo visto. Y no descartemos el uso de material nuclear.

Para lograr sus dos objetivos, EEUU e Israel, como es bien sabido, han violado por completo todas las normas y reglas del llamado derecho internacional, incluido el que llaman "humanitario", que, después de lo que está pasando, jamás volverá a ser el que era, dejando la misma ONU a los pies de los caballos. Están practicando un genocidio sin precedentes y una limpieza étnica a gran escala. También están utilizando el terrorismo indiscriminado como táctica, así como la destrucción sistemática de infraestructuras civiles y ciudades, y los bombardeos no selectivos.

Todo ello son gravísimos crímenes contra la humanidad. Cuando algún otro país distinto de ellos y sus aliados cometen algo que ni llega al cero coma uno por ciento de tamañas crueles indignidades, hay que ver lo alto y fuerte que lo denuncian y los castigos que decretan. Por ejemplo, un supuesto fraude electoral en Venezuela.

Ante todo eso, ¿qué hace el gobierno español?

¿Rompe relaciones diplomáticas con Israel?
No.

¿Ordena a sus tropas destacadas en el Líbano que se desplieguen en la frontera para tratar de disuadir la invasión terrestre israelí?
Ni de coña.

¿Le da un toque al embajador de Israel o al de EEUU?
Tampoco.

¿Al menos, llama a consultas a nuestro embajador en Israel?
Pues no.

¿Como mínimo, ¿deja de comerciar armamento con los genocidas?
Ni eso.

¿Qué hace pues?

Solo decir: "qué pena".
Como muestra un botón:
El Gobierno, tras la invasión del sur de Líbano por parte de Israel: “El conflicto es insoportable para la más elemental humanidad”

No sobraría que alguien del gobierno explicara cuál es el sentido y el porqué de esta inacción que convierte al estado español en cómplice directo de los más terribles crímenes que la humanidad ha contemplado en este siglo.

Pero me da que dicha explicación (que los medios de comunicación tampoco reclaman) no va a producirse. Yo tengo bastante claro cual tiene todas las papeletas de ser el motivo.

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