Las fábricas de armas en España disparan sus ingresos con el aumento del gasto militar en los países de la OTAN

Óscar F. Civieta

La inestabilidad geopolítica y la espiral armamentística en la que han entrado los países de la OTAN (y España no es una excepción) tiene unos claros beneficiados: las fábricas de armas. Las cinco principales de nuestro país (algunas forman parte de grandes grupos internacionales) aumentaron su facturación considerablemente en 2023.

Según el informe Spain Defence & Security Industry de 2024, que lleva por título Radiografía de una industria comprometida con Europa, las mayores empresas armamentísticas de España son Airbus, Navantia (empresa pública), Indra Sistemas, GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Expal e ITP Aero.

Para este análisis, se ha exceptuado a Navantia. En el caso de Expal y GDELS, se han tomado como referencia los datos de los grupos multinacionales a los que pertenecen, puesto que ha sido imposible encontrar las cuentas específicas de la parte española de la empresa.

Este consorcio europeo es, con diferencia, el conglomerado que lidera las ventas del sector de la defensa en España. De hecho, sus diferentes divisiones copan los primeros puestos dentro del Top 20 de empresas de Spain Defence & Security Industry: Airbus Defence and Space está en primera posición, Airbus Military en la segunda, y Airbus Helicopters España es la sexta.

En total, Airbus SE (nombre oficial de la corporación) ingresó 65.400 millones de euros en 2023 (un 11% más que el año anterior). Aunque el beneficio neto (3.789 millones de euros) fue un 11% inferior al de 2022.

Tal y como explican desde la propia empresa, las entregas de Airbus Helicopters se mantuvieron estables con 346 unidades (en 2022 fueron 344 unidades), y los ingresos aumentaron un 4%. “Los ingresos de Airbus Defence and Space se incrementaron en un 2%, impulsados principalmente por Military Air Systems y Connected Intelligence”, detallan.

Indra

Indra, ese ‘Gran Hermano’ que diseña armas y gestiona historiales médicos, es, como explican en la SEPI, “la compañía española líder en Tecnologías de la Información, con tres líneas de negocio: Tecnologías de la Información, Simulación y Sistemas Automáticos de Mantenimiento, y Equipos Electrónicos de Defensa”.

Se fundó en 1992, durante el Gobierno de Felipe González, para privatizarse posteriormente, en mayo de 1998. En 2013, “la SEPI compró al Grupo BFA-Bankia una participación del 20,1% de Indra, en el marco del Plan de Reestructuración del Grupo BFA-Bankia, con el objetivo de preservar la estabilidad accionarial de la compañía tecnológica”. Actualmente, según los datos oficiales de la compañía, el Estado posee un 28%.

En 2023, Indra facturó 4.343 millones de euros, un 13% más que en 2022. Y el beneficio neto fue de 206 millones de euros (+20%). “Los ingresos de Transporte y Defensa crecieron un 18% (debido a la mayor contribución de los proyectos FCAS y Eurofighter), mientras que los de Minsait aumentaron un 10%”, explican en sus cuentas oficiales.

GDELS-Santa Bárbara Sistemas

En abril de 2021, el Estado vendió la Empresa Nacional Santa Bárbara a General Dynamics Combat System Group por 5 millones de euros. Una cantidad “ridícula”, señaló entonces Pere Ortega, del Centre Delàs d’Estudis Per la Pau, que permitió “la entrada de una de las más potentes empresas militares de Estados Unidos en el mercado europeo”.

La adquisición, sostenía Ortega, “se llevó a cabo gracias a la existencia del suculento pedido de fabricación de 242 carros blindados Leopard por un importe de 1.941,27 millones de euros”.

El Comité de Empresa de Santa Bárbara, agregaron desde Delàs, “se opuso a la privatización y presentó una reclamación ante los juzgados por el bajo precio de la venta. El Supremo falló diciendo que la adjudicación ‘puede ser inferior al coste económico que pueda tener para el Estado, pero ello no afecta a la validez del acto’. Lo cual confirma que la venta fue legal, pero también dictamina que ésta se llevó a cabo por debajo de su precio real”.

El año pasado, la empresa ingresó 42.300 millones de dólares (39.167 millones de euros al cambio actual), lo que supone un incremento del 7,3%. En cuanto a las ganancias netas, fueron de 3.300 millones de dólares (3.055 millones de euros), ligeramente por debajo de las de 2022.

La subida de la facturación, señalan, se debió principalmente a la fuerte demanda de productos y servicios dentro de su cartera aeroespacial y de defensa.

Expal

Otra de las fábricas de armas españolas que pasó a formar parte de un gran grupo empresarial. En agosto de 2023, la empresa alemana Rheinmetall AG completó la adquisición, anunciada en noviembre de 2022, de todas las participaciones de Expal Systems S.A.U., con sede en Madrid, una vez obtenida la autorización de las autoridades competentes.

El precio de adquisición de Expal Systems S.A.U., “un fabricante de munición de prestigio internacional, asciende aproximadamente a 1.200 millones de euros. La empresa española seguirá operando como Rheinmetall Expal Munitions, S.A.U.”, explicaron en la web de la compañía.

El grupo, en su conjunto, facturó 7.176 millones de euros en 2023 (un 12% más que en 2012), mientras que sus beneficios netos se fueron hasta los 535 millones (+12,9%).

En mayo de este año, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multó con 13 millones de euros a esta empresa “por dos infracciones graves de la Ley de Defensa de la Competencia (LDC): ocultar información cuando notificó compra de Expal Systems y no colaborar con la CNMC al aportar información engañosa durante la investigación previa a la apertura de este expediente sancionador”, informaron desde Competencia.

ITP Aero

La última de las fábricas de armas referida, ITP Aero, se creó en 1989, con el apoyo de Rolls-Royce y SENER, para el desarrollo del motor EJ200 del Eurofighter Typhoon. Está presente, además de en España, en México, Reino Unido, Malta, India y Estados Unidos.

El año pasado obtuvo unos ingresos récord de 1.305 millones de euros (+25% frente a 2022), “registrando un sólido crecimiento en sus unidades de negocio de aviación comercial y de defensa”, comentan. El beneficio neto fue de 217 millones, frente a los 146 del año previo (+48%).

Recientemente, publicaron en Infodefensa, el Ejército adjudicó a ITP Aero un contrato de 80,7 millones de euros para el mantenimiento de los motores de la flota de aeronaves de las Fuerzas Armadas Españolas durante los dos próximos años.

Fuente: https://www.lamarea.com/2024/07/06/...