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La brutalidad de la guerra en Sudán: Limpieza étnica y crímenes contra la humanidad

Sábado.18 de enero de 2025 61 visitas Sin comentarios
Con 20 meses de guerra civil, miles de personas han sido masacradas y más de 11 millones han huido de sus hogares para escapar el conflicto. #TITRE

Aitana Irving

La guerra civil de Sudán está repleta de acusaciones de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad, con investigaciones que evidencian un genocidio salvaje contra comunidades no musulmanas. Los actores principales son las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), ambas facciones del gobierno militar sudanesa. Esta guerra ha matado a decenas de miles de personas y ha creado más de 11 millones de personas desplazadas.

Además de los crímenes de guerra investigados y documentados por el New York Times (NYT), la hambruna está destrozando a la población. Tanto la SAF como la FAR están restringiendo el acceso a comida y a las ayudas exteriores, creando una escasez de comida intencionada; el país está en camino de convertirse en la peor crisis de hambruna del mundo, según Amnistía Internacional. Un alto oficial de la Organización de Comida y Agricultura de Naciones Unidas, Dervla Cleary, ha dicho que 638.000 personas están sufriendo hambruna, de acuerdo con PBS. Además, la mitad de la población -24,6 millones de personas- está enfrentada a una inseguridad alimenticia aguda.

La violencia de género es una pieza central en esta guerra, con una multitud de casos de violaciones, agresiones y esclavitud sexual sufridas por las mujeres sudanesas por parte del FAR. En vídeos de miembros de esta milicia, como una del comandante Mohamed Al Fatih, reclaman que la violación a las mujeres es: “nuestro derecho y lo hemos cogido”. “Si violamos a tu hermana o a tu hija, cosechas lo que siembras”, añadió el comandante. “El número de casos son mucho mayores de lo que cualquier persona se pueda imaginar”, contó un miembro de la Iniciativa Estrategia para Mujeres en el Cuerno de África, Hala Al Karib, en una entrevista con el NYT.

Soldados del FAR han grabado las atrocidades cometidas sobre la población como trofeos, incluyendo la violencia, las ejecuciones y la quema de edificios. Estas grabaciones serán utilizadas como evidencia para juzgar a miembros del grupo por crímenes contra la humanidad en el Tribunal Internacional de Justicia. El NYT ha documentado tres patrones principales del FAR: la ejecución de rehenes desarmados, la quema de comunidades y el abuso directo de civiles, incluyendo la violencia sexual.

Debido a la naturaleza opaca de la organización, no se ha podido identificar la estructura de mando hasta ahora; en la investigación del NYT, se ha podido identificar a, por lo menos, 20 figuras claves, junto con el líder del grupo, Mohamed Hamdan Dagalo, quien probablemente será juzgado como autor principal de los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad.

Limpieza étnica

El FAR ha sido acusado por varias organizaciones internacionales de derechos humanos de cometer genocidio en Darfur del Este (estado de Sudán). Entre abril y noviembre de 2023, miles de personas fueron exterminadas en una campaña de limpieza étnica de los Masalit (población que vive mayoritariamente en el oeste de Darfur) y la población no musulmana de El Geneina y sus afueras, según el informe del Observatorio de Derechos Humanos (HRW).

El 15 de junio de 2023 hubo una masacre a gran escala. El FAR disparó a civiles escoltados por luchadores Masalit en un convoy de un kilómetro de longitud que huían del conflicto. La milicia persiguió, acorraló y mató a hombres, mujeres y niños que intentaban escapar, según HRW. Una consultora especial de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, advirtió que “el incremento en hostilidades en El Fasher (localidad en Darfur del Norte) han abierto un capítulo muy alarmante en el conflicto”, añadiendo que la situación es “similar a la de Ruanda” en 1994, según la BBC.

El grupo ha quemado pueblos enteros y han desplazado a miles de personas que han huido a Chad, Egipto, Sudán del Sur y otros países vecinos. Han vaciado comunidades, asesinado a sus ciudadanos y destruido las infraestructuras. Varios vídeos muestran a comandantes locales afirmando que no querían rehenes, implicando que los militantes asesinaran a todos que encontraban, de acuerdo con los vídeos recopilados por el NYT. Además, utilizan lenguaje de limpieza étnica, diciendo en vídeos: “Te juro que hemos aniquilado esta gente. Ya no quedan”.

En octubre de este año, la FAR llevó a cabo otra masacre en al-Seriha, un pueblo a 90km de la capital del país, Khartoum. La ONU dice que asesinaron a 124 personas mientras que el Congreso Gezira, un grupo local, dice que este número podría alcanzar 140 personas, de acuerdo con la investigación de la BBC. Después del ataque, los hombres sobrevivientes fueron juntados y detenidos por el grupo armado. Soldados del FAR grabaron vídeos burlándose de los rehenes, obligándoles a hacer sonidos de animales: “Di baa, perros, di baa, di baaa. Si os atrevéis a volver a coger las armas, no os volváis a meter con las Fuerzas de Apoyo Rápido”.

El origen del conflicto

La naturaleza de esta guerra civil es muy similar a la segunda guerra civil sudanesa que finalizó en 2005. La guerra en Darfur empezó en 2003 y fue clasificado como un genocidio contra la población no musulmana como los Fur, los Zaghawa y los Masalit -una naturaleza que refleja la actual-, según el Rastreador de Conflictos Globales (CFR). Se estima que más de 300.000 personas fueron masacradas por la milicia Janjaweed, el germen del FAR, y que sus estrategias son las mismas que las de ahora.

En 2019, el FAR y el SAF trabajaron juntos para derrocar al dictador Omar al-Bashir, pese a que el FAR trabajaba para el gobernante. Debido a las tensiones entre ambos grupos para liderar el país y conseguir sus intereses particulares, en 2023 soldados de ambos grupos fueron desplegados en Khartoum y a lo largo de Sudán. En abril, hubo una serie de explosiones en la capital, donde ambos lados acusaron al otro de lanzar el primer ataque. Aunque se ha intentado conseguir un acuerdo de paz posteriormente, ninguno de los lados ha cumplido con los altos al fuego. Las tensiones solo han escalado desde entonces.

Fuente: https://www.elplural.com/politica/i...

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