El juez absuelve a los tres militares que jodieron un nido de Aguila Imperial

Los tres militares acusados de malograr un huevo de Aguila Imperial Ibérico en
Hoyo de Manzanares (Madrid) han sido absueltos por la juez del caso, al
considerar que no está acreditada la relación de causalidad entre las maniobras
y la muerte del embrión por falta de incubación.

Los hechos se remontan a 2002 en un paraje de Hoyo de Manzanares, conocido como
El Palancar, una zona militar en donde había anidado una pareja estable de
águilas que empollaban un huevo a término, en donde se iniciaron unas maniobras
, que la acusación vinculó con el vuelo de las aves y la pérdida del aguilucho.

Los tres militares de carrera del Ejército de Tierra acusados de presunto
delito contra la fauna y la flora, José Ignacio Alvarez García, César de Cea
Quijano y Maximiliano Moliterni, han sido absueltos por el Juzgado de lo Penal
número 19 de Madrid declarando de oficio las costas procesales.

En el texto de la sentencia, con fecha de 30 de junio de 2005, , se compara
este caso con el momento de la construcción de una carretera en los aledaños
del Parque Natural de Monfragüe (Cáceres). En ese territorio había águilas
imperiales que criaron a 200 metros de una zona donde se estaba construyendo
una carretera "en plena época de nidificación", según la sentencia, en donde se
añade que, estudiado el caso, "no se puede por tanto decir, sin lugar a dudas,
cual fue tal causa".

Para la juez, "no consta probado que la causa de interrupción de la incubación
al huevo por abandono del nido por parte del Aguila Imperial hayan sido las
prácticas de las maniobras militares"

EFE. 25.05.2005

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La acusación particular, un grupo ecologista, asegura que un coronel y dos
capitanes ordenaron unas maniobras en Madrid en abril de 2002 que obligaron a
una pareja de águilas (ave protegida) a abandonar su huevo.

Los militares se enfrentan a dos años de prisión o multa de 24 meses. La
acusación, ejercida por la Asociación de Defensa del Valle del Lozoya, asegura
que los tres mandos del ejército ordenaron unas maniobras en abril de 2002 en
Hoyo de Manzanares (Madrid) que obligaron a una pareja de águilas a abandonar
su huevo.

El grupo ecologista asegura que tanto los agentes forestales de la zona como un
biólogo de la Consejería de Medio Ambiente les advirtieron reiteradamente de
las molestias y del peligro de pérdida de la nidada que estaban generando con
el paso de vehículos y material a 300 metros del nido.

Los ecologistas arguyen que las maniobras "incumplieron las normas de
protección de estas especies en peligro de extinción", y provocaron que la
pareja de águilas levantara el vuelo cada vez que pasaban los vehículos,
dejando desprotegido el huevo en unos días en los que hizo mucho frío y granizó
en toda la zona.

El fiscal, por su parte, ha decidido no acusar al considerar que se trata de
una infracción administrativa fruto de la descoordinación entre dos
administraciones, por lo cual ya pidió el archivo de la causa a la Audiencia
Provincial, que lo rechazó.

En la finca de El Palancar, una zona militar situada en el municipio de Hoyo de
Manzanares, habita una de las 150 parejas que quedan en todo el mundo de águila
imperial ibérica y desde hace años ocupa un nido que periódicamente es vigilado
por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.

Fuentes del Ejército de Tierra han explicado que en 2002 se hicieron unas
prácticas para hacer un puesto de mando con tablones y sacos terreros,
utilizando una rexcavadora, y volviendo el terreno a su situación inicial una
vez finalizado el trabajo. Las obras "duraron 14 horas" y se efectuaron "a unos
500 metros del nido elegido por el águila".