Crónica de un objetor de conciencia colombiano reclutado que necesita apoyo y solidaridad

Cristian Camilo Henao suaza, se encuentra en estos momentos prestando servicio militar en contra de su voluntad como soldado regular en el contingente noveno del 2008, desde el 7 de octubre del 2008, en el Batallón Pedro Justo Berrio adscrito a la cuarta Brigada con sede en Medellín.

Desde que comenzó a prestar el servicio militar se declaró como objetor
de conciencia al servicio militar obligatorio, condición que protege el
derecho internacional; a continuación transcribimos su declaración como
objetor:

Bello, Enero 15 de 2009.

Yo, Cristian Camilo Henao suaza, identificado con c.c 1020434627 de Bello (ANT.), Hago mi declaración pública como OBJETOR DE CONCIENCIA, basado en los derechos que me confiere la constitución, principalmente en el art. 18.Me declaro objetor de conciencia por mis principios éticos, morales y religiosos, producto de la formación que me ha dado mi familia y la iglesia, basado en el amor al prójimo, respeto por la vida, permanecer en paz con mi entorno y conmigo mismo. Me niego a prestar el servicio militar obligatorio, pues mi proyecto de vida apunta hacia otros horizontes como la vida
religiosa, el trabajo por la paz mediante el arte, y la mediación de
conflictos por medio del dialogo. A pesar de haber manifestado que mi
conciencia me impide pertenecer a cualquier tipo de ejército y mi
proceso vocacional para la vida religiosa, fui reclutado el 7 de octubre
de 2008 en el batallón de infantería N. 32 Gral. Pedro Justo Berrio de
Medellín. Luego me manifestaron que buscarían la forma de que yo saliera
"libre", pero no se vieron resultados.

Para mí antes que la ley temporal
esta la ley Divina que me ordena "no matar". Muchas veces trataron de
tranquilizarme diciéndome que yo estaría "relajado en el batallón
trabajando con el cura y sin ir al área de combate" y que por esto no
tendría que matar a nadie. Pero esto no se hace solo con un fusil; el
solo hecho de trabajar para la guerra es una forma de matar. Debido a la
desesperación y la incertidumbre, tomé el consejo de mis compañeros del
batallón y me escape antes de jurar bandera, pues según ellos, no me
pueden hacer nada por no haber hecho ningún juramento de pertenecer al
ejército. He recibido comentarios en que me dicen que puedo ir a prisión
por delito de deserción, no se si era sicología para que volviera, o
verdaderamente podía pasar esto. Pero después de 13 días tuve que volver
a la "cueva" de la oscuridad, donde: "no se busca la paz si no la
victoria"; no pienso tomar nuevamente un fusil que tantas muertes
despiadadas ha provocado, ni mucho menos gritar: ¡matar guerrilleros!
que rica sensación?, me aterroriza saber que regresé para bañarme en
una piscina, llenita de sangre subversiva, me niego a trabajar para la
guerra en cualquiera de sus formas. Toda mi vida me he negado a hacer
parte de actos violentos y ahora que el estado me obliga, muy asustado,
desesperado pero seguro de quien soy, me sigo negando y lo seguiré
haciendo pues esto me dicta mi conciencia. Soy mediador de conflictos
escolares, profesor de ética, religión y artística, promotor de no
violencia y multiplicador del proyecto delinquir no paga de la
gobernación de Antioquia, y estoy seguro que con esto puedo dar un mejor
servicio a la patria sin necesidad de portar un fusil. Muchos han sido
condenados a prisión por defender sus creencias y sus principios.

¿Cómo
pretenden que se acabe la guerra, cuando quienes no somos violentos
somos obligados a tomar las armas y depender de la violencia para
caminar tranquilamente por las calles sin ser detenidos? No se puede
convertir el fuego en agua, así mismo es imposible lograr la paz por
medio de la violencia. Esta solo trae mas pobreza, mas odio, mas terror,
mas desigualdad y por ende mas violencia. Como les dije alguna vez a mis
alumnos: la paz se reduce a la verdad y la verdad magnifica la paz, y
esta es mi verdad, soy fiel a mis principios y a mi conciencia. Espero
que todo se solucione, pero si los resultados no se dan a mi favor se
darán cuenta de la triste realidad de mi país y lo contradictorio de sus
leyes.

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cristhian0590@hotmail.com