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Antimilitaristas de Canarias reivindican la Desobediencia Civil

Jueves.27 de febrero de 2014 141 visitas Sin comentarios
A los 25 años de la primera presentación de insumisos contra la "mili" #TITRE

Por A. Ramírez - Canarias-semanal.org

 Alternativa Antimilitarista - MOC en Canarias ha conmemorado el vigésimo quinto aniversario de la primera presentación de insumisos al Servicio Militar Obligatorio, el 20 de febrero de 1989, con una reivindicación de la práctica política de la desobediencia civil.

 
 En referencia al movimiento de insumisión, los antimilitaristas canarios han recordado que fueron miles los jóvenes que optaron por esta opción y, en no pocos casos, llegaron a pagar su activismo político con la cárcel. 

 
 "Ni los tribunales civiles ni militares, ni las inhabilitaciones, ni la prisión pudieron frenar la insumisión. Más bien -afirman - al asumir las consecuencias de su desobediencia, los insumisos encendieron un altavoz plagado de significado para sus reivindicaciones".

 
 
MÁS DE VEINTE MIL INSUMISOS AL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIA

 
 "Esta manera de ejercer la objeción de conciencia -dicen - supuso un salto cualitativo en la estrategia del MOC, ya que implicaba transcender del derecho individual y plantear una acción colectiva con el objetivo último de abolir las estructuras militares".
 

 En este sentido, Alternativa Antimilitarista - MOC destaca que "desde el año 1989 ha habido más de veinte mil insumisos, tanto al Servicio Militar Obligatorio como a la Prestación Sustitutoria, que no fue sino un intento por parte del Estado de canalizar esa brecha de desobediencia que planteaban los antimilitaristas".
 

 "Más de cuatro mil -recuerdan - fueron juzgados, y más de un millar, encarcelados. En mayo de 2002, cinco meses después de haber desaparecido el Servicio Militar Obligatorio, fueron excarcelados los últimos insumisos, que rechazaron el indulto encubierto que se les estaba imponiendo".
 

"LA INSUMISIÓN AUMENTÓ EL DESAPEGO SOCIAL AL EJÉRCITO"

 
 Para el colectivo antimilitarista, la campaña de insumisión realizada en el Estado español alcanzó efectos positivos más allá de la propia desaparición del Servicio Militar Obligatorio.

 
 "La insumisión - aseguran - asestó un golpe mortal a la vocación militar. Prueba de ello es que en el ejército español el proceso de profesionalización se llevó a cabo con dificultades de reclutamiento mucho mayores que las que ha habido en otros países sin contestación antimilitarista, teniendo que rebajar drásticamente las cifras inicialmente previstas de tropa".

 
 Además - añaden - "la insumisión aumentó el desapego social al ejército y disparó, como efecto colateral, las solicitudes de objeción de conciencia legal, llegando a saturar y hacer, de hecho, impracticable, la Prestación Sustitutoria".

 
 Pese a todo - advierten - "el fin del servicio militar no fue celebrado por los insumisos como una victoria, ya que todavía está lejos de conseguirse la erradicación del ejército, la industria de armamento, los gastos militares y muchas otras nocividades de las que se sigue ocupando el trabajo antimilitarista".

 
"LA MEMORIA DE ESTA EXPERIENCIA DESOBEDIENTE NOS AYUDA AFRONTAR UN CAMINO LLENO DE RETOS"

 
 Alternativa Antimilitarista, no obstante, valora de manera especial "el legado de la insumisión" transmitido hasta nuestros días. 

 
 "Este legado - sostienen - ha mostrado que es posible poner en práctica la desobediencia civil y luchar de manera eficaz desde la noviolencia. Ha servido de referente a muchos movimientos sociales, que hoy en día se la plantean y practican. También ha revelado que la organización y las estrategias colectivas pueden poner en jaque a instituciones tan poderosas como el ejército".

 
Se trata - afirman - de una "memoria de experiencia desobediente que nos ayuda a afrontar un camino cargado de retos".

 
"El mundo actual exige nuestra respuesta y nuestra lucha: los poderosos lo son cada vez más, y utilizan los ejércitos para imponer sus condiciones allí donde se juegan sus intereses económicos. Se desmantelan las conquistas sociales a la par que los presupuestos militares siguen aumentando desaforadamente; las bombas que estallan lejos siguen fabricándose aquí, que es donde empiezan las guerras. La insumisión nos señala las herramientas que podemos usar contra estos desmanes: la desobediencia, la noviolencia y el sentido común, con grandes dosis de imaginación y de organización colectiva. Y nos recuerda que son eficaces" - concluyen.

Fuente: http://canarias-semanal.org/not/120...