Los medios nos dicen lo que ya sabíamos; que los políticos están a sueldo de las mafias

Y si alguno no lo está es porque todavía no le ha dado tiempo a acumular el suficiente poder que le convierta en golosina para los poderes fácticos que mueven los hilos de la política. (1)

18 de enero de 2013.

Según el Diario El Mundo, el cual presume de tener cinco fuentes diferentes que avalan su información, El Partido Popular recibió durante años donaciones ilegales procedentes de empresas constructoras, de seguridad y otras. Este dinero se repartía mensualmente en sobres de entre cinco y quince mil euros, que se entregaban a un montón de dirigentes del partido y cargos públicos, cuyos nombres por ahora no han trascendido.

A estas horas las respuestas públicas de los actuales dirigentes del PP son confusas y contradictorias, y toda su maquinaria propagandística y judicial echa humo a ver qué cuentan para salir airosos.

Una vez más hace gracia la actitud tibia de los dirigentes del otro partido, el PSOE, y su elocuente falta de contundencia. Hasta Felipe González ha terciado para pedir calma y que no se saquen conclusiones, mostrando así el plumero de que su formación política no sería ajena a esta forma de cohecho sistemático.

Recordemos que a Unió, el partido de Durán y Lleida le acaban de condenar por otra similar. Unamos esto a los mil casos de políticos juzgados por corrupción, y de otros que no lo están pero que mueven extraños y escandalosos patrimonios, les toca siempre la lotería y cosas así.

La conclusión es obvia. La clase política en su práctica totalidad cobra en "b" de las diferentes mafias. Más cuanto más en el poder está y menos cuando lo está menos. Y en eso no hay distinción de formaciones políticas. No hay partido que alcance cuotas de poder cuyos miembros se sustraigan a estas prácticas generalizadas. La tentación es demasiado grande y la corriente demasiado fuerte como para resistirse. Los sobornos se pagan y se cobran político a político, cargo a cargo para comprar las voluntades necesarias para cada favor. Pero también hay partidos enteros que están a la venta, como puede verse en la noticia de El Mundo en relación al PP. Yo os pago y vosotros os lo repartís.

Y lo que es noticia es que esto sea noticia. No hace falta que ningún tribunal demuestre estos vínculos mafiosos entre políticos y poderes económicos. Su propia actividad política es elocuente, puesto que muchas de sus decisiones no tienen explicación lógica más allá de la del soborno. Por ejemplo:

 Políticos que privatizan empresas para que luego sean compradas por otras en las que tienen intereses esos mismos políticos.
 Políticos que favorecen directamente los intereses de determinadas empresas.
 Políticos que privatizan empresas de las que luego acaban siendo cargos altamente remunerados. Privatizaciones que en muchos casos empeoran el servicio y encarecen lo que el estado paga por él.
 Políticos que consienten brutales oligopolios en los que los precios crecen y crecen ajenos a las leyes de competencia (gasolina, electricidad, telefonía, autopistas...). Esos mismos políticos también suelen acabar sentados en los consejos de administración de muchas de esas empresas.
 Políticos que organizan extrañas operaciones de rescate de bancos al término de las cuales miles de millones recaudados de los impuestos acaban en manos privadas.
 Políticos que reparten a manos llenas extrañas subvenciones a organizaciones afines.
 Políticos que encargan obras públicas, compran materiales o adquieren servicios para la administración que regentan a precios muy por encima de lo que cualquier particular pagaría por ellos.
 Políticos que se pasean por embajadas como las de EEUU o Israel antes de crear leyes como por ejemplo la Ley Sinde.
 Políticos que semanas antes de acabar su mandato meten al país, sin causa, razón ni beneficio aparante, en un extraño dispositivo militar extranjero llamado "Escudo Antimisiles".
 Políticos del partido en la oposición, que cuando entran a gobernar se apresuran a ratificar el compromiso anterior.
 Políticos que colaboran con guerras y envían tropas a lugares del mundo en los que hay intereses lucrativos para algunas empresas o para los países cuyas embajadas frecuentan de tapadillo.
 Políticos que hacen leyes y normativas a medida para servir los intereses de "los mercados" en detrimento de los de las personas gobernadas a las que se supone que "representan" (que me da la risa).
 Etc.

Si miran uds. en sus comunidades autónomas y municipios verán similares actuaciones a la correspondiente escala. Por ejemplo, hasta hace nada, la recalificación urbanística a la carta era la especialidad de la mayoría de ayuntamientos, la adjudicación de contratas es la de las diputaciones etc.

Por cierto, que otro dato a tener en cuenta es la ínfima cantidad de políticos que llegan a poner sus pies en una prisión y la alta cantidad de los mismos, así como de policías y banqueros, que son indultados por el gobierno. En esto, a pesar de la teatral puesta en escena de gobierno-oposición, el corporativismo es máximo y no es difícil ver que un partido en el gobierno indulte a políticos condenados de su formación contraria.

Un dato más. Una televisión ha entrevistado recientemente al juez Bermúdez, de la Audiencia Nacional. A la pregunta de si los jueces de este tribunal reciben presiones, responde que de los medios de comunicación las reciben "directas", y que de los dirigentes políticos "indirectas". "No te llama el político en persona, pero sí un amigo, o un amigo de un amigo... Y te ofrecen un caramelito, una cosita, una tentación..." Más claro agua.

¿Han visto uds la saga de El Padrino? Pues el sistema político en que vivimos es más o menos lo mismo, pero a gran escala. Lo que sorprende es que haya quien aún confíe en él, se siga leyendo las declaraciones de unos y otros en los periódicos y la tele, tragándose las campañas electorales y yendo a votar.

El pescado está vendido y bien vendido.

Nota:

1.- Como en toda generalización, sus excepciones ha de haber, pero hablamos de un sistema de podredumbre que es predominante. Si pensamos en algunos pequeñitos partidos majos de izquierda, la cuestión será que consigan acumular el suficiente poder y permanecer en los respectivos gobiernos el tiempo suficiente, y la corrupción también aflorará (otra cosa es que lo lleguemos a saber), al menos en algunos de sus miembros. Es el sistema el que está viciado, y ese sistema poco a poco acaba engullendo a quienes se sumergen en él.

Ver también:

"El dinero B llegaba a todos y procedía de eléctricas, bancas, particulares, industria pesada, empresas... "

Una auditoría externa: Me parto

Artículos de Vicent Teulera en Tortuga