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El gobierno español oculta más ataques de la guerrilla islamista en Afganistán

Lunes.6 de septiembre de 2010 796 visitas - 1 comentario(s)
El día que mataron a los guardias civiles hubo dos ataques más #TITRE

Madrid - Diego Mazón

Las tropas fueron hostigadas en Sangh Atesh y al norte de Muqur, las dos bases avanzadas.

El ataque que el pasado veinticinco de agosto acabó con la vida de dos oficiales de la Guardia Civil y su intérprete en la base afgana de Qala-i-Now no fue el único que tuvieron que soportar las tropas españolas ese día. Según han confirmado fuentes militares a LA RAZÓN, el mismo día dos compañías de la Brigada Paracaidista tuvieron que repeler sendos ataques de la insurgencia en los puestos avanzados que el contingente tiene al norte y al este de Qala-i-Now.

El primer hostigamiento, según estas fuentes, se produjo a primera hora de la mañana en Sangh Atesh, y el segundo al norte de Muqur, puesto avanzado a escasos kilómetros de Qala-i-Now, y casi al mismo tiempo que en esta ciudad una turba intentaba asaltar la base española. Ambos incidentes se saldaron sin daños para las tropas españolas, aunque las fuentes no pudieron precisar si entre el enemigo se causaron bajas.

Ataques frecuentes

Lo cierto es que estos enfrentamientos cada vez son más habituales. Las tropas desplegadas en la provincia de Badghis, en el oeste de Afganistán, sufren entre tres y ocho ataques diarios de diferente índole. Normalmente, los talibán lanzan hostigamientos a una distancia bastante lejana, entre quinientos y ochocientos metros. En otras ocasiones utilizan cohetes de fabricación china y lanzagranadas RPG-7 para atacar las bases avanzadas de Sangh Atesh y Muqur, o siembran los caminos de artefactos improvisados. El problema principal para los soldados españoles es que entre las limitaciones con que cuentan se les prohíbe perseguir a alguien desarmado, por lo que los enfrentamientos directos con los talibán suelen saldarse con que cada uno se marcha por su lado hasta el siguiente hostigamiento.

Precisamente uno de los puestos avanzados atacados el pasado día 25 se trasladará en breve hacia el norte. En concreto, según informaba ayer el Ministerio de Defensa después de que la agencia Servimedia adelantara la información, la base avanzada se ubicará 3,5 kilómetros más al norte de su actual situación, en las proximidades de la localidad de Ludina. El departamento de Chacón, que ayer también remitió una nota de prensa acerca del reparto de ayuda humanitaria en Qala-i-Now después de que Europa Press lo adelantara, asegura que la nueva ubicación «presenta ventajas desde el punto de vista del terreno, la orografía, el control de los accesos y la protección de las tropas». Lo que obvia, y según aseguran a este periódico fuentes militares, es que ese pequeño movimiento de 3,5 kilómetros sitúa la base avanzada en medio de una zona de altísima presencia insurgente. Además, otro de los motivos del movimiento, amén de intentar controlar otro tramo de la peligrosa ruta Lithium, es que la actual base avanzada se encuentra a escasos metros del cauce de un río que, cuando comiencen las lluvias, anegará buena parte de la base, sino toda.

El 25 de agosto, día que murieron el capitán Galera, el alférez Picayo y el intérprete Ataolá Taefik Alili, Defensa no informó de los dos ataques en los puestos avanzados. De hecho, la comunicación del asesinato de los tres españoles corrió a cargo del Ministerio del Interior pese a que, al ser guardias civiles desplegados en el exterior, la responsabilidad correspondía al Mando de Operaciones.

Ese día, el Ministerio que dirige Carme Chacón optó por no enviar refuerzos a la base que estaba siendo atacada pese a que en la nueva, a las afueras de la ciudad, había más de doscientos efectivos preparados para actuar. La eficaz respuesta de la Policía y el Ejército afganos logró dispersar a la multitud enfurecida antes de que se consumara el asalto.
La Razón


La nota sobre los tres españoles asesinados sólo aparece en la página de Interior.

La web de Defensa sigue sin informar del ataque en Qala-i-Now tras 11 días

D. Mazón

Rubalcaba despidió ayer al grupo de guardias civiles que relevará a los compañeros de los fallecidos.

MADRID- Hoy se cumplen once días desde que el capitán José María Galera, el Alférez Leoncio Bravo Picayo y el intérprete Ataolah Taefik fueran asesinados por un insurgente infiltrado en la base española de Qala-i-Now. Y transcurrido este tiempo, el Ministerio de Defensa sigue sin colocar en su página web ni una sola referencia a los tres miembros del contingente español asesinados.

La información del ataque y de quiénes eran los fallecidos fue copada desde un primer momento por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, pese a que al estar en una misión militar en el exterior dependen del Ministerio de Defensa y en concreto del Estado Mayor de la Defensa. La Ley de la Defensa Nacional especifica que la Guardia Civil depende de Defensa «en el cumplimiento de las misiones de carácter militar que se le encomienden». En Afganistán, los agentes pertenecen al contingente y utilizan la uniformidad y el material de sus compañeros militares.

Despedida

Por otro lado, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, presidió ayer el acto de despedida del nuevo relevo de guardias civiles que se desplazará a Afganistán, recordando a los dos agentes y el traductor asesinados y pidió «honrar su memoria, justamente completando la misión por la que ellos dieron la vida». Rubalcaba admitió que se trata del cometido más arriesgado de todos en los que ha participado el Instituto Armado. Asimismo, explicó que «estamos defendiendo la seguridad de los afganos, la de los países aliados, pero también la nuestra, la seguridad de España y de los españoles», mientras destacaba la importancia de «apoyar al Gobierno de Afganistán en el mantenimiento de la seguridad y la reconstrucción, y contribuir a la formación de sus fuerzas de seguridad», informa Europa Press.

El JEME «ratificó» el chapiri en junio

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general Fulgencio Coll, envió a finales del pasado mes de junio a todos los cuarteles del Ejército una instrucción relativa a uniformidad en la que ratificaba la continuidad del tradicional gorro de la Legión, el chapiri. De hecho, en esa instrucción, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, el JEME especificaba que con el uniforme de trabajo de las unidades, la prenda de cabeza que se ha de utilizar es exclusivamente la boina, excepto, subrayaba, en la Legión y en la Academia General Militar, en la que el uniforme de trabajo es gris. En las últimas semanas se ha desatado cierta polémica por algunas informaciones aparecidas en diversos medios en las que se aseguraba que la ministra de Defensa, Carme Chacón, estaba planteando la supresión de una de las señas de identidad más tradicionales de la Legión.

La Razón

  • Algo valiente: Retirada de tropas. A ver si pueden

    10 de septiembre de 2010 14:18, por Neo

    La retirada de tropas de territorios invadidos, en los que la población sufre "su defensa" será algo bueno para todos.

    No creo que al gigante americano le guste, ni creo que el gobierno español se atreva a ello, incluso la oposición se rasgaría las vestiduras en las escaleras del congreso, ni nos dejarían los demás europeos tan valientes ellos...

    Pero si es Inglaterra quien lo hace nadie diría nada...¿porque?

    Dia 2 de octubre Dia Mundial de la No violencia