Cuando se realiza una acción directa noviolenta con una metodología agresiva, como fue el caso de la acción de Tortuga contra el monumento al soldado de reemplazo de Alacant, del pasado febrero del 2003 (ver acción en esta misma web), las reacciones son de diferente signo: desde la adhesión más entusiasta, pasando por la duda, la indiferencia, la simpatía, la reflexión, hasta la crítica de diversos tipos.
No nos preocupa mucho la opinión de quienes consideran que la noviolencia es cosa de (...)