Brigitte Vasallo
A todos los y las palestinas que un día nos acogisteis en vuestros hogares: nada sirvió de nada. Ni todas las noches hablando, ni todas las tardes en los cafés, ni el abrirnos las puertas, vuestras casas, vuestras vidas: no sirvió. Ni las limonadas ni las cocacolas ni los zumos ni los tés ni las recetas de platos con nombres extraños que nunca más sabrían como allí, nunca más. No sirvió: en el momento de la masacre que hace que todas las anteriores apenas lo parezcan, en (...)