40 muertos y 70 desaparecidos entre migrantes pobres que solo trataban de acceder a lo que imaginaban como una vida mejor en Europa. Murieron en la frontera entre España y Marruecos por la presión y la acción indiscriminada de las policías de ambos estados. Lejos de dimitir o hacer la menor autocrítica ante estas muertes que bien podrían señalarse como imprudentes homicidios e incluso de asesinatos en caso de evidenciarse premeditación por parte de algunos de los agentes implicados, el (...)