Ahora lo que un carcelero (funcionario de prisiones en lenguaje eufemístico) declare sobre lo que pasó entre un preso y él tendrá presunción de veracidad ante un juez, a no ser que el preso logre demostrar lo contrario. Además de la fuerte perversión del principio de presunción de inocencia que, per se, es la presunción de veracidad de los agentes policiales, en este caso es aún más grave. ¿De qué medios podrá valerse una persona reclusa para desmontar la acusación de los carceleros, (...)