Hoy la guerra es el gran motivo que paraliza el tiempo y condiciona las agendas de los políticos y de los medios de comunicación/adoctrinamiento.
A lo mejor mañana, si Sánchez consigue que cambien el modo de fijar el precio de la luz, pongamos por caso, o cualquier otra pirueta, cambiamos el foco y la guerra pasa a ser un olvido más, como las otras guerras que hay, pero no cuentan. Pero ese día todavía no ha llegado y por eso los mandamases se ocupan de momento del cuento de la guerra. (...)