Gabriela Sánchez
Basima (nombre ficticio) denunció en el juzgado encargado de la vigilancia del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid haber sufrido empujones, insultos y falta de asistencia de intérprete en un intento de deportación. Aterrada ante la posibilidad de volver a Marruecos, un país del que asegura que huyó por la violencia y amenazas sufridas en el entorno familiar por ser lesbiana, se rajó el vientre con un cristal para intentar evitar su expulsión. "Un policía (...)