En tiempos de pánico parece que todo vale con tal de exorcizar el miedo. Uno de los mantras que gobiernos (desalmados) y medios de comunicación (desinformados) han repetido hasta la saciedad para intentar calmar a la población es: ¡no os preocupéis, este coronavirus solo mata a los ancianos!
Pero ese “solo” duele en el alma. Duele a quienes tienen ancianos a su lado y a quienes les queda un mínimo de sensibilidad. Porque la grandeza de una sociedad se mide por la manera en que (...)