Cuanto más se asemeja y aproxima el trabajo a la prostitución tanto más atractivo nos resulta -como sucede ya desde hace tiempo en el argot de las prostitutas- tomar la prostitución por un trabajo. Tal cercanía se ha ido produciendo bajo el signo del paro a toda marcha, dado que el keep smiling, en efecto, ya aplica en el mercado laboral el proceder de la prostituta "sonriendo" en el mercado del amor a los que pasean ante (...)