Leo que el ayuntamiento de una ciudad del estado español (no es la primera que lo hace, ni tampoco será la última) se dispone a instalar en su municipio contenedores de basura inteligentes, los cuales solo podría abrir —y utilizar— cada usuario autorizado empleando una tarjeta personal. Del mismo modo se facilitarían a dicha persona una serie de etiquetas identificativas que debería colocar a cada bolsa de residuos antes de verterlos en su contenedor correspondiente. Así (...)