Respondiendo a:
10 de octubre de 2018
Cuando ocurre una catástrofe en el ámbito del estado -léase un descarrilamiento de tren, un terremoto, una inundación, un gran incendio forestal...- más allá de los efectos de la devastación y del perjuicio de las víctimas, nunca falta quien -no hay mal que por bien no venga- aprovecha para obtener algún tipo de beneficio personal.
En primer lugar los principales políticos del gobierno y de la oposición, así como los líderes autonómicos, quienes se encuentran siempre prestos a no (...)